La insatisfacción es poco nombrada y, sin embargo, esta muy presente en nuestras vidas y vínculos. Aparece en una red social el video cómico de un hombre y su hijo que limpian la casa durante todo el día pensando que la mujer se alegrará por ello. La mujer al entrar se alegra y, de repente, corre a la cocina buscando en la nevera la jarra sin rellenar y… ¡se queja de que esto no lo han hecho! Es un video en caricatura que refleja muy bien esta insatisfacción.
Esto que sucede en el video como exagerado, es muy común en nuestra vida y está en la base de muchas cosas que nos suceden. Hay insatisfacciones explícitas que muchas veces tapan otras insatisfacciones más ocultas. Ejemplos: quejarse a menudo de lo que la pareja no hace y debería hacer o de lo que hace y no debería hacer, quejarse a los hijos por temas de limpieza y orden de forma reiterada e insistente, dejar a una pareja pensando que encontraremos a alguien mejor, proyectar en los hijos lo que deberían ser en su vida y que no hemos podido nosotros. El denominador común de estas conductas tan dispares es la insatisfacción, tan insaciable y eterna que pareciera un agujero negro.
La insatisfacción es un proceso natural que viene de que falta algo. El concepto de «falta» nos lo aporta el psicoanálisis. La falta es inherente a la vida. Que falte nos permite sentir deseo y ponernos objetivos. La falta es una diferencia entre el estado actual y el futuro, entre mi límite actual y mi expansión a un nuevo alcance.
Entonces, ¿cuál es el problema? Que no tenemos integrada la falta como parte del crecimiento, sino que la rechazamos y la queremos tapar. ¿Cómo? De varias formas, pero hoy aqui hablamos de proyectar nuestra insatisfacción a otro para no hacernos cargo de ella. Esta forma de vivir la insatisfacción es propia del femenino perverso o el discurso de la histeria. Esta dinámica está presente en todos nosotros mucho más de lo que nos damos cuenta, mujeres y hombres. Para detectarla es útil poner atencion a nuestras «quejas» en el día a día. Cada vez que nos quejamos, estamos en femenino perverso. Reflexión: si la falta es fundamental para la vida y rechazamos la falta, estamos rechazando la vida y a nosotros mismos.
Funcionalizar la insatisfacción es utilizar la ausencia/falta como terreno fértil sobre el que crear:
– Lo primero es DETECTARLA en nosotros en el día a día, cuando nos estamos quejando de un otro que puede ser una persona, un partido político, una institución, la empresa para la que trabajo… Cuando aprendes a verlo, inevitablemente vienen a tu memoria vivencias del pasado en que estabas en este femenino perverso.
– HACERME CARGO DE ELLA: esto significa que no la proyecte en otros. Hacer un proceso hacia mi interior para observar cuales son mis deseos frustrados o conflictos enquistados que no afronto. Y al no afrontarlos los tapo quejándome de otra cosa con otra persona. Hacerme cargo de mi falta e insatisfacción es, en realidad, hacerme cargo de mi vida e implica todo un proceso de autoconocimiento y compromiso conmigo mismo.
– En la relación con el otro, tambien hay falta e insatisfacción, he de aprender a NEGOCIAR. Se negocia poniendo a las cosas nombre, medidas concretas y límites, se trata de TRADUCIR eso que falta a algo concreto para poder gestionarlo. La vagedad, los absolutos y los «ya veremos» son aliados de la insatisfacción insaciable con la que manipulo al otro. Si necesito un tiempo para tomar una decisión que implica a mi pareja, tengo que poner un límite de tiempo concreto para tomar mi decisión. Si quiero algo de mi pareja que no me da, ponerle palabras y medidas concretas a que és lo que le pido.
– VALORAR. Esta valoración se refiere a mi, al otro y la vida. Aprender a valorar mi propio proceso, mis logros y lo que aporto.Y en el caso del otro, aprender a valorar lo que aporta. La vida tiende al incremento, por tanto, el estado de agradecimiento es fundamental. Apreciar, recibir y disfrutar.
– RECONOCER CÍRCULOS VICIOSOS: «Idealizo algo para luego matarlo (en cuanto no cumple las expectativas), y así nunca comprometerme con nada», «me quejo del otro de forma reiterada, y el otro se aleja, y me quejo de que se aleja sin ser consciente de lo que yo contribuyo a que se aleja», «estoy adicto a la insatisfacción (en goce) porque es una gran estrategia de evitación de la vida».
Este es un tema tan estructural que implica muchas cuestiones. En posteriores post explicaré el principio masculino y femenino, pues ayudará a comprender con mayor claridad.
Gracias por tu atención, 24-01-2023.